martes, 30 de abril de 2013

El fenómeno Saló ha muerto

El fenómeno Saló ha muerto de éxito. Aleix se hizo famoso con su Españistán, un relato feroz de la burbuja inmobiliaria que acabó incorporándose al vocabulario como sinónimo del "ser nacional" . Luego vino "Simiocracia, crónica de la gran resaca económica", con las causas y consecuencias de la crisis muy lúcidamente encadenadas.
La mirada fresca de este joven ilustrador catalán metía el dedo en la llaga con la misma tranquilidad con que un niño rechupetea la mermelada mientras guiña el ojo a su madre. Ese desenfado a la hora de decir verdades nos hacía falta y  muchos nos sentimos identificados con su rabia disfrazada de ironía. Puro arsénico sin compasión.
Ahora le ha llegado el turno a Europa. "Europesadilla. Alguien se ha comido a la clase media", prometía más de lo mismo. Pero no. A Saló le ha podido el respeto o la autocensura. Basta leer la página dedicada a las guerras mundiales (despacha las dos en tres párrafos y una viñeta) para constatar con pena que el enfant terrible ha sido domesticado. Su Europesadilla es un relato políticamente correcto de la historia del Viejo Continente, que comienza en Atapuerca y acaba hoy mismo, sin aportar nada nuevo.
Saló ha tirado de enciclopedia para responder a la presión de la industria editorial. Incluso ha tenido algunos problemas técnicos el lanzamiento de la versión e-book. Demasiada prisa y poca masticación.
Europesadilla es un resumen de urgencia, suavemente ilustrado (sus imágenes también están deslavazadas). Si algunos chavales de la ESO pudieran repetir de un tirón este hilo argumental, más de un profesor de Historia se daría con un canto en los dientes. Mientras tanto, los fans de Saló esperarán su resurrección... o mejor aún, su insurrección.

domingo, 28 de abril de 2013

¿Qué fue del Gallo Claudio?

A la hora de la cena, mis hijos hablan de sus personajes favoritos. Televisión y, sobre todo, videojuegos. Es difícil seguirles la conversación. Nos pillan totalmente fuera de juego.

A ellos les pasa lo mismo. Cuando mi marido y yo a veces recordamos frases o actitudes de algún personaje de nuestra infancia, les dejamos boquiabiertos. El Gallo Claudio, Don Gato y su Pandilla, las pelis de indios y vaqueros, los Payasos de la Tele... No saben de qué hablamos.

Padres y hijos pertenecemos a galaxias paralelas. La brecha generacional se amplía a medida que la historia se acelera y los cambios culturales ganan velocidad. Y eso me lleva a una reflexión. El lenguaje y las imágenes mentales son la base de la comunicación, pero para que funcionen deben ser mínimamente compartidas. ¿No nos estará afectando la falta de referentes comunes a la hora de crear vínculos con nuestros hijos?

Hace algún tiempo, al hilo de esta reflexión, lanzamos el primer volumen de una colección llamada "Los Superhéroes de la Mitología". Teseo y el Minotauro abrió el fuego de una iniciativa que pretendía acercar a los más pequeños los hitos de nuestra cultura occidental de la mano de los mitos griegos. Fue un intento de que, además del manga japonés, los niños supieran quiénes eran Ulises, Hércules y el caballo de Troya.

Adaptamos Teseo para que un niño de entre 6 y 9 años comprendiera la esencia de aquella aventura y encargamos las ilustraciones originales a una artista argentina. El resultado ha sido un libro que, de momento, está disponible en edición digital.


jueves, 11 de abril de 2013

Casa tomada

"Casa tomada" es un premonitorio cuento que Julio Cortázar escribió en 1951. Si tenéis unos minutos, vale la pena releerlo. 

http://www.lainsignia.org/2001/enero/cul_031.htm

Dos hermanos son expulsados de su propia casa familiar a causa de “algo” que se va apoderando de ella y que va desplazándolos poco a poco hasta dejarlos en la calle. Los protagonistas se resignan, no oponen resistencia. Lamentan las pérdidas que les ocasiona ese "algo" cada vez que se apropia de una parte de la casa, pero no se hacen preguntas, no se rebelan, no se enfrentan. Ambos viven la situación como si nada grave estuviera pasando, no se muestran asustados, al contrario, parece que consideran que merecen el desahucio. Encajan la apropiación como un golpe normal e irremediable. Cuando finalmente la casa es tomada por completo, no tienen más remedio que dejarla, llevándose lo puesto, un reloj y la llave de la puerta. Una llave de la que se deshacen, tirándola por la alcantarilla.

Recuerdo que "Casa tomada" me impactó fuertemente cuando lo leí por primera vez. Y ese impacto hizo que perdurara en mi memoria como un símbolo. "Casa tomada" es la metáfora de la pasividad ante la injusticia, el retrato de la inacción ante el sinsentido. 

Por las mismas fechas, Bertold Brecht confesaba: “Primero vinieron a por los judíos y no dije nada porque no era judío. Después vinieron a por los comunistas y no dije nada porque no era comunista. Más tarde vinieron a por los sindicalistas y no dije nada porque no era sindicalista. Luego vinieron a por los católicos y no dije nada porque era protestante. A continuación vinieron a por mí, reaccioné y grité, pero ya era demasiado tarde: no quedaba nadie que hiciese algo por mí."


martes, 9 de abril de 2013

Gente creActiva


Reinauguro mi blog más de dos años después de mi primera entrada. Y lo hago con una declaración de intenciones. La que dio lugar a la creación de la Asociación Gente creActiva, un estupendo grupo de personas en donde se cumple aquello de que "el todo es mucho más que la suma de las partes".




1. La vida empieza cada día sólo si estamos dispuestos a cambiarla, a sentirnos satisfechos con quien la compartimos, con el trabajo que hacemos o con la función que desempeñamos en la comunidad.

2. El bienestar personal depende, en buena medida, de la capacidad de sentirnos a gusto con nuestro entorno y disfrutar de una buena integración social.

3. La experiencia, la madurez y la creatividad no sólo pueden suplir determinadas carencias, sino que pueden representar estímulos en cualquier tipo de actividad. Disponemos de conocimientos, aptitudes y habilidades suficientes para afrontar situaciones difíciles, aceptar nuevos retos y tomar decisiones. No hace falta que demostremos nada que no hayamos demostrado antes.

4. Podemos disfrutar de casi todo como en épocas pasadas, si no con la misma frecuencia, al menos con igual intensidad.

5. El desempleo no es sinónimo de invisibilidad, si conseguimos mantenernos activos en nuestras respectivas áreas de interés y en nuestras relaciones interpersonales. La valía personal aporta visibilidad suficiente. Lo malo no es estar en paro sino no estar a la altura de los tiempos. El desempleo no hunde, siempre y cuando mantengamos la salud y la actividad productiva. El desempleo no es sinónimo de despedida de nuestra profesión si nos mantenemos con la mente abierta, nos formamos, nos reciclamos y estamos receptivos a las nuevas alternativas que se nos ofrecen.

6. Siempre se está a tiempo de volver a empezar en lo íntimo y en lo laboral, en lo privado y en lo público. Para ello es necesario aceptarnos, respetarnos y reconocernos en nuestra propia identidad y en nuestra propia circunstancia. Definir y luchar por nuestra escala de valores para pilotar el inicio de un nuevo ciclo vital.

7. Una actividad desarrollada con y por placer constituye un excelente estimulante para el organismo. Por el contrario, su ausencia es un factor que acelera el envejecimiento y lleva a la frustración y a la depresión.

8. Es posible compartir nuevas experiencias y saborear el día a día con más conciencia. Ensayar nuevas vías, descubrir nuevos deseos y encontrar nuevas inquietudes es una fórmula de éxito para lograr una confortable sensación de felicidad.