Todas las novias, con sus fotógrafos persiguiéndoles, se menean por el Palacio Real, para dejar constancia de que también ellas pueden ser princesas por un día.
Y los comercios no han dejado pasar la oportunidad de hacer un estupendo merchandising de los jóvenes reyes... Sí, señó, las tiendas de souvenirs están ahora muy divertidas para cotillear.
Por la Gran Vía, con bastante frecuencia, aparece una limusina blanca, negra... incluso alguna disfrazada de pantera.
Riadas de gentes van y vienen, muchos grupos disfrazados, despidiendo a los solteros o simplemente festejando que es sábado, porque hay que lucir los atuendos que esperaban estrenar cuando España pasara a la final.
Niñas guapas, mujeres hermosas, bebés en carritos, ancianos despistados. Y la luz del sol hasta las tantas. Y un bullicio saludable que confirma que el verano ha llegado hasta aquí para quedarse.
Mezclados con La Roja,
San Isidro y El Rey León,
va el Barça y el Toisón
Felipe y el gran Dalí...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida...
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida...
Fragmento de "Cambalache", tango de Enrique Santos Discépolo (adpatación libre)