Asegura la página de Turismo de Ávila: El museo "pretende ser un homenaje amplio y con perspectiva nacional, para que las distintas generaciones recuerden, conozcan y aprendan los valores de la Transición, esta etapa fundamental para la definición de nuestra nación. Un homenaje a las personas que lucharon para que la llegada de la Democracia fuera posible."
Y añade: "Especial mención merece, sin duda, la figura de Adolfo Suárez, el primer presidente democráticamente elegido desde 1936, que supo liderar el proceso de desmontaje de las estructuras franquistas y de la aprobación de la Constitución."
Sobre Adolfo Suárez ha dicho la periodista Victoria Prego: "Se ha infravalorado su papel y su figura. Y no hemos sido en absoluto justos con él durante muchos años, en los que se le despreció y humilló. Y al final se le ignoró. Solo cuando abandonó la vida política, realmente tuvo la opinión pública la idea de quién era y se empezó a valorar su obra. Pero era ya bastante tarde, porque Adolfo Suárez entró en la falta de recuerdos muy pronto. De manera que todos estos homenajes le llegan tarde. Son más bien unos homenajes a nosotros mismos."
La exposición permanente es un túnel del tiempo que nos retrotrae a épocas emocionalmente muy lejanas. Aquella España en transformación... aquella fuente de todos los tópicos.
Turismo de sol y playa, desde luego. Y el inefable 600.
Sátira y política se entremezclan en los muros como en la Transición: con el sonido de fondo de Jarcha, el Mester, Serrat, Lluís Llach y tantos otros que clamaron por una libertad sin ira.
"El discurso expositivo se desarrolla en bloques, pero entre ellos no hay ruptura, sino continuidad. La misma apuesta que se realizó durante la Transición: reformar sin romper, para evitar el conflicto social", asegura la web.
"El nombramiento de Adolfo Suárez como presidente dará origen a un año frenético que permitirá aprobar la Ley de la Reforma, legalizar al PCE y convocar elecciones; todo ello haciendo frente a los momentos más críticos de la Transición."
Todo lo que se pudo hacer en un año desborda este gráfico, que debería ser de obligado estudio en las escuelas.
De las primeras elecciones hasta la proclamación de la Constitución.
Primeras elecciones, las consignas, los carteles...
Las campañas electorales y los votos.
Y, en el fondo, los problemas de siempre.
Hasta tal punto, que algunas portadas de periódico parecen hechas para publicarse mañana.
Entre tantas luces y sombras, ¿cuál es el regusto que le queda a uno la garganta?
Pues la nostalgia del talante y del mensaje. "Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad", lloraba una canción por esas mismas fechas al otro lado del Atlántico.
En la iglesia de Cebreros se palpa a Suárez en su dimensión de estadista. Se admira al político valiente, pero sobre todo al ciudadano lúcido y generoso.
Y se llora su partida, sus acosos, sus tristezas, sus fracasos.
Los fragmentos del discurso de su dimisión parecen escritos para los votantes del próximo 20 de diciembre de 2015.
Antes de que la pena pública y la privada le arrebataran la conciencia, fue capaz de resumir su ideología en el discurso de agradecimiento por recibir el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1996. ¡Resultan tan absolutamente actuales sus palabras!
https://www.youtube.com/watch?v=dM7OZmbb0dY
Al final de la visita, te dejas llevar hacia el homenaje en blanco y negro.
https://www.youtube.com/watch?v=piC_tPERPIchttps://www.youtube.com/watch?v=piC_tPERPIc
Es una visita necesaria. Hoy más que nunca. Es un museo que empaña la mirada. La llena de recuerdos y añoranzas. La colma de desazón y de presagios. ¿Dónde estás, Adolfo Suárez? ¿Qué fue de tu obra y de tu aliento?
Lecturas recomendadas:
"Así se hizo la transición". Victoria Prego. Plaza y Janés, 1996.
Serie "La Transición" de RTVE, 1995. http://www.rtve.es/archivo/la-transicion-serie/
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