El 31 de marzo de 1889 se inauguró la torre Eiffel. Pocos monumentos tienen el privilegio de ser sinónimos de ciudad. Pocas ciudades tienen el privilegio de ser tan cantadas, tan amadas, tan añoradas como París. París... Donde se abraza el amor con la soledad, donde es posible la existencia de Theo Sarapo, el oso de trapo que amaba a una diosa. Donde algún sonido y algún rincón parecen transportarnos a Buenos Aires, en un viaje instantáneo de ida y vuelta.
Aquí va, en homenaje a la "Tour" y a su ciudad, la letra de una hermosa canción de Carlos Cano.
A París
París, la vie c'est jolie
París, la vie c'est comme ça
canta una sombra en París
por las calles de Pigalle.
Rosa de negro perfil,
abren las flores del mal
dejando sobre París
comme un souvenir
de fiebre y coñac.
Cuando la noche convierte
suspiro en serpiente,
muerde la manzana.
Bajo la luz de la luna
de amor, la cintura,
se quema en la llama.
Como usted comprenderá, monsieur,
ritmo de vida infernal:
la espina de esta canción,
con el corazón,
a París se irá.
A París,
a París mon coeur s'en va.
A París,
a París j'avais vingt ans.
A París,
a París c'est tout, c'est toi.
Al son del acordeón,
se abraza el amor
con la soledad.
Allez venez vous Milord.
Allez venez vous Madame.
Ecoutez cette chanson
que es primavera en Pigalle.
Y hay que vivir y reír
y hay que reír y soñar.
Que aquí no hay nada mejor
para el corazón
que amar y olvidar.
La vida color de rosa,
el amor de un loco
y una mariposa.
La historia de Theo Sarapo,
el oso de trapo
que amaba a una diosa.
No pierda tiempo en sufrir
hay que aprender a volar.
Olvide, viva feliz,
que sólo en París
se puede olvidar.
Para disfrutarlo en voz y música (con unas pinturas hermosas, por cierto):
http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Cano
Y, salvando las distancias, las fotos de nuestro fin de semana en la capital francesa, con música de otro icono, Charles Aznavour:
https://www.youtube.com/watch?v=EDC6imE429E
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