domingo, 28 de abril de 2013

¿Qué fue del Gallo Claudio?

A la hora de la cena, mis hijos hablan de sus personajes favoritos. Televisión y, sobre todo, videojuegos. Es difícil seguirles la conversación. Nos pillan totalmente fuera de juego.

A ellos les pasa lo mismo. Cuando mi marido y yo a veces recordamos frases o actitudes de algún personaje de nuestra infancia, les dejamos boquiabiertos. El Gallo Claudio, Don Gato y su Pandilla, las pelis de indios y vaqueros, los Payasos de la Tele... No saben de qué hablamos.

Padres y hijos pertenecemos a galaxias paralelas. La brecha generacional se amplía a medida que la historia se acelera y los cambios culturales ganan velocidad. Y eso me lleva a una reflexión. El lenguaje y las imágenes mentales son la base de la comunicación, pero para que funcionen deben ser mínimamente compartidas. ¿No nos estará afectando la falta de referentes comunes a la hora de crear vínculos con nuestros hijos?

Hace algún tiempo, al hilo de esta reflexión, lanzamos el primer volumen de una colección llamada "Los Superhéroes de la Mitología". Teseo y el Minotauro abrió el fuego de una iniciativa que pretendía acercar a los más pequeños los hitos de nuestra cultura occidental de la mano de los mitos griegos. Fue un intento de que, además del manga japonés, los niños supieran quiénes eran Ulises, Hércules y el caballo de Troya.

Adaptamos Teseo para que un niño de entre 6 y 9 años comprendiera la esencia de aquella aventura y encargamos las ilustraciones originales a una artista argentina. El resultado ha sido un libro que, de momento, está disponible en edición digital.


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