miércoles, 2 de diciembre de 2020

 


















Alguna vez, algo que me sucedió me partió el pecho y no lo hablé con nadie.

Alguna vez, me pasaron cosas que me rompieron el alma y no supe a quién pedirle ayuda, por miedo a que no me crean.

Alguna vez, sentí que lo que tenía para decir no era importante.

Pero un día hablé, fuerte, claro y con el corazón en la mano.

Un día, entendí que todos, absolutamente todos, tenemos derecho a poner en palabras todo eso que llevamos en el corazón.

Todos, absolutamente todos, tenemos derecho a cruzarnos con personas que sean una bufanda de abuela, tejida con amor, que te abriga justo cuando te empieza a doler la garganta, por no gritar a tiempo.

Y ya no duele.

Las palabras viajan y siempre existe alguien que las abraza.

Y siempre puedes decirle a alguien "yo estoy con vos".

A veces ser nido, a veces hornero.(*)

Nido de historias que buscan levantar vuelo, alas que por fin liberan el pasado para escribir nuevos destinos sin tanto peso.

CinWololo


(*) El hornero es un pájaro albañil que construye su nido de barro. Su casita tiene dos habitaciones.

No hay comentarios: