jueves, 5 de diciembre de 2013

No es que hayan cambiao mucho las cosas










Hace catorce años que no nace un niño. Por eso cerraron la escuela. Ahora vamos nosotros, a jugar unas partidas. Digo, desde que el Juanillo se la compró al Ayuntamiento para poner una taberna. Vamos en las tardes a la escuela. Está bien, tiene bombillas y buen tinto. Está bien, para parar el viento y las tristezas. No, no, no, jugamos por poco. Dos o tres duritos pa’ darle saborcillo… siempre las mismas caras, sabe usted, somos seis… bueno, cinco, desde que murió Jesús. Buen amigo, el Jesús de Calahorra. Todavía andaría, si hubiese llegao el médico. Se nos puso difícil el avisarle y el Jesús no pudo con tantos años. Como ochenta habrán sido. Yo también: setenta y cinco. Pero guapos, ¿eh? Toavía me las apaño con los cerdos y la casa. Desde que murió la Pilar. Desde que murió la Pilar y se fue el Manolo. Yo le dije: Hijo, si le han cerrao la escuela, no se va a quedar cuidando cerdos. Vaya a la ciudad, que pa’ eso tiene estudios. No se preocupe y vaya. ¿A qué se va a quedar si ya no hay niños? Nosotros somos viejos pa’ aprender las letras. Al Manuel le gustaba este pueblo. No es que hayan cambiao mucho las cosas. No por aquí. Algunos se van muriendo. Si lo viera la Pilar… Ahora dejo entrar a los animales. Meten ruido, pero es mejor así. Si viera la Pilar cómo dejan la casa los cerdos, ella que era tan limpia. Me obligaba a darle cal a las paredes cuando se venía el calorcillo, por primavera. Y se daba tiempo pa’ las flores. Si viera cómo dejan la casa los animales… Desde que se fue la Pilar no es que hayan cambiao mucho las cosas. Bueno, algunos se marcharon. Pero de eso hace ya tiempo. El último fue el cura. Se lo llevaron allá, detrás de la sierra, aquella, ¿ve? Allí sí hay misa los domingos. El médico se había marchado antes, sí, cuando su mujer estaba por parir. Lástima, porque Don Paco era muy majete. Si se hubiera quedao, el pueblo tendría un niño. Ahora viene otro médico, del otro lado de la sierra, cuando nos da tiempo de llamarle. Pero no es fácil que llegue antes que la muerte. Antes pasaba un autobús. Traía recados y esas cosas. El Manolo no escribía, pa’ qué si yo no sé las letras. Otros sí recibían alguna carta o un paquete. A veces. También era bueno tener autobús, pa’ saber lo que se decía. Ahora no es que nos enteremos mucho. La carretera grande va allá lejos, ¿ve? Y son pocos los que se desvían por el camino de la sierra. El Juanillo trae noticias cuando va a por vino. Lo que él dice es lo que sabemos y no es gran hablador. Total, que era mejor cuando paraba el autobús. No, la verdad es que no han cambiao mucho las cosas. Un poco más de viento, solo. Y las penas. Desde que murió la Pilar. Y el Jesús de Calahorra. Y el Manuel se fue del pueblo. ¿Qué quiere? Sin niños, cómo va a haber escuela.

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